Crónicas de una Maestra comprometida. Los liceales.

Desde que llegué a la zona de Capón Alto, en marzo de 2013, me llamó la atención que los alumnos no continuaban sus estudios.

Ellos se conforman y los padres también.

Un varón estaba en primer año en el Liceo rural y comunitario de Cerro Pelado, ahora está en 4º año, va el lunes y vuelve el viernes, durante la semana se queda en el hogar estudiantil de Cerro Pelado.

También iban una niña y dos varones a primer año, todos los días, en el ómnibus que va desde Rivera a Cerro Pelado para transportar a alumnos y profesores. Esos alumnos hacían unos nueve kilómetros en moto hasta la ruta y de ahí en el ómnibus. Los varones abandonaron, sólo la niña continuó. El año pasado su madre se fue a Rivera y ahora ella está en tercer año en un Liceo de la ciudad.

En el año 2013 salieron cuatro alumnos de 6º: una niña, hermana de la que cursa tercer año, está en un Liceo en la ciudad de Rivera; otra también se fue a Rivera a vivir con su abuela e ingresó al Liceo. Los otros dos, de los cuatro egresados en el 2013, quedaron en la zona, sin hacer nada, trabajando en su casa.

Hice un censo para ver cuántos alumnos habían completado primaria y se habían quedado sin proseguir estudios.

En el 2013 eran alrededor de nueve adolescentes. No hacían nada, estaban en su casa y a veces iban a la escuela, a jugar, a charlar…. Se notaba en ellos la necesidad de una actividad, de hacer algo.

A inicios del 2014 ya había dos exalumnos más en esa situación y a comienzos de este año eran 14 adolescentes ya que la niña que empezó estudios en Rivera, que vivía con la abuela, se vino a la zona y no comenzó 2º año. Además, se sumó un primo de ella que volvió desde la capital del departamento y no culminó primer año.

La Maestra Directora habló, en el año 2013, con profesores de U.T.U. para estudiar la posibilidad de que trajeran cursos, pero no fue posible ya que hay muchos requisitos, uno de ellos es conseguir 21 alumnos que estuvieran de acuerdo en proseguir el mismo curso. No se alcanzaba ese número, dado que poseen gustos diferentes.

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Mariza Castro

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