Centro de divulgación de Prácticas Escolares Nº 4
Muchos de nuestros niños de 6º año, si bien saben decir que el río Uruguay corre de Norte a Sur, no se mueven en tal sentido si uno les pide que se desplacen, dentro de la sala de clase, en la misma dirección que las aguas de ese río. Unos caminan de Este a Oeste, otros de Sur a Norte, con lo que se evidencia que a ese saber decir, no corresponde ningún conocimiento substancial.
Lo mismo sucede si se les pide que marchen con rumbo a la Cordillera de los Andes o al continente africano.-
Es probable que la presentación frecuente y casi única de mapas en planos verticales, con el norte hacia arriba, y la falta de ejercicios de orientación, determinen la existencia de estas lagunas. Si se quiere ver lo dificultoso que es para ellos el moverse en estos ejercicios, procédase así: represéntese en el encerado un río esta forma.
Se les pide luego que se muevan en el mismo sentido que lo hacen las aguas del río representado.-
Si se quiere hacer trabajar colectivamente, puede pedírseles que cada uno ponga un plano (una cara del libro o de un cuaderno) en posición semejante a la que se halla el terreno por donde corre ese río.-
Para esto es necesario que los alumnos tengan conocimiento de la causa que determina el correr de las aguas; algunos dicen que corren por la fuerza del viento, otros, por la fuerza de la corriente. Ninguno de éstos podrá colocar al plano en la posición adecuada.-
